Sin duda alguna, la herradura este es uno de los amuletos más populares, se le asimila el poder de dar la suerte y toda clase de positividades a quien lo posee.
La herradura es uno de los talismanes antiguos. Sus aplicaciones pueden ir desde la protección del entorno, la casa, la pareja, los hijos o la suerte o incluso la misma salud de su dueño.
Dice la tradición que quien se encuentre con una herradura en su camino, deberá sostenerla entre las dos manos por espacio de unos segundos y pedir un deseo en voz alta y después, con la mano derecha, tirarla hacia atrás por encima del hombro izquierdo para lograr el cumplimiento de la petición. Hoy en día es factible adquirir herraduras mágicas que ya están minimamente preparadas, pero falta otorgarle el máximo poder. Para ello basta con sostener la herradura entre las dos manos en actitud positiva durante unos cinco minutos al día (preferentemente por la noche). De esta manera recogerá los efluvios de su dueño. Pasada una semana la herradura podrá atender a los deseos que se requieran.
