Oh flor del paraíso, santa Teresa,
envíanos a todos, a la humanidad afligida,
y a mí (se dice el propio nombre),
que formo parte de ella,
una lluvia de rosas.
Extiende, oh santa querida,
tu mano bendita sobre nosotros.
Alivia nuestras necesidades sobre la tierra. Que así sea.
de la tradición católica
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